Evaluemos el sistema de enseñanza
El
sistema educativo ha tenido un rápido avance en las últimas décadas, sin
embargo, la velocidad de la información y los grandes cambios en la sociedad de
ser una simple economía basada en las fábricas físicas a ser el día de hoy una economía
basada en las ideas y desarrollo de nuevas tecnologías nos han obligados a
repensar de manera drástica el concepto de EVALUACION.
Desde uno de los primero en estudiar conceptualmente la evaluación (Tyler)
quien consideraba la evaluación como un proceso sistemático para determinar el
grado en que los estudiantes alcanzaban los objetivos de la educación hasta la época
actual nos hemos enfocado en cualificar las habilidades del sujeto a evaluar.
Pero, ¿es realmente ese el verdadero propósito del sistema de evaluación?
Propósito y función de la evaluación
A
través del proceso de evaluación anteriormente se buscar en qué nivel o grado
se han logrado los objetivos del sistema educativo, se basaba en un criterio
empresarial para lograr tener mejor mano de obra. Nuestra sociedad ha cambiado
muy rápidamente, es casi imposible conseguir aquellas personas que duraban
cerca de 40 años en una misma empresa; de igual manera el sistema educativo y
de evaluación debió evolucionar, pero no ha sido lo suficientemente rápido. La
mayor parte del sistema sigue evaluando de esa manera tradicional, se coloca
una nota y se determina si el individuo cumplió con los objetivos de manera mecánica
o no. ¿ De qué se trata ese más allá del sistema educativo?
El
sistema de evaluación debe permitir ajustar la ayuda pedagógica a las características
de cada individuo. Un sistema de enseñanza que permita a cada individuo
desarrollar al máximo sus habilidades y potencialidades a través de métodos evaluativos
que permitan identificar esas características únicas es la verdadera clave. Quien se evalúa es el sistema de enseñanza
Aprender a aprender
La
clave del sistema de enseñanza ha cambiado drásticamente. En la antigüedad el
papel docente se limitaba a enseñar o a instruir pero, en la actualidad, su
función va más allá de esta competencia. Este modelo debería dar paso a uno
basado en una metodología activa, participativa y motivadora, que ayude a los
alumnos a aprender a aprender. En una sociedad en la que los conocimientos se
encuentran en permanente transformación, lo mejor es dotar a los alumnos de
mecanismos necesarios que les permitan integrarse de forma eficaz y
constructiva a la sociedad en la que viven.
Adicionalmente debemos entender que el método cambió y para
siempre. Ahora tenemos un aprendizaje diverso, desordenado y lejos del
tradicional conocimiento perfectamente empaquetado y organizado. Es un acceso
casi infinito a la información. El
conocimiento en red se basa en la co-creación, lo que implica un cambio de
mentalidad y actitud. Pasar de ser meros consumidores de los contenidos
elaborados por otras personas a ser los expertos y aficionados los propios
co-creadores del conocimiento. Es allí donde deben cambiarse los
objetivos del sistema educativo y por ende adecuar los métodos de evaluación a
tener personas con muy diversas habilidades compitiendo en un mundo donde la innovación
y la diferencia es la que sobresale.
Lic. Leonardo Marin

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